Al elegir un seguro de salud para tu perro, es fundamental evaluar las coberturas que verdaderamente protejan su bienestar y eviten sorpresas en costos veterinarios. A continuación se detallan las principales coberturas y aspectos que conviene revisar antes de contratar una póliza:
1. Cobertura de enfermedades y accidentes
Esta es la base de todo seguro veterinario y suele dividirse en:
- Accidentes (fracturas, envenenamientos, mordeduras, golpes): cubre diagnóstico, tratamiento, hospitalización y cirugías derivadas de un incidente.
- Enfermedades (infecciones, cáncer, enfermedades crónicas): incluye pruebas de laboratorio, imágenes diagnósticas, terapias y medicamentos.
2. Límite anual y coaseguro
- Límite anual: máximo reembolsable por año. Verifica que sea lo suficientemente alto para cubrir intervenciones mayores (por ejemplo, cirugías complejas).
- Coaseguro o franquicia: porcentaje o importe fijo que asumes tú en cada reclamación. Una franquicia baja y un coaseguro moderado (por ejemplo, 20%) equilibran coste de prima y desembolso de bolsillo.
3. Exámenes preventivos y vacunación
Algunas pólizas incluyen cobertura de:
- Chequeos anuales (perfil general, análisis de sangre, orina).
- Desparasitaciones interna y externa.
- Vacunas de rutina.
Esta cobertura reduce riesgos y puede incluso bajar el precio de la prima.
4. Cobertura dental
Las enfermedades periodontales y fracturas dentales son frecuentes en perros. Revisa si la póliza:
- Cubre limpiezas dentales profesionales.
- Incluye urgencias dentales o extracciones.
5. Medicamentos y tratamientos crónicos
Si tu perro desarrolla una patología de larga duración (artritis, alergias, diabetes), conviene que:
- Se cubran los medicamentos a largo plazo.
- Haya reembolso para consultas de seguimiento.
6. Hospitalización y cirugía
Para casos severos o intervenciones mayores, confirma:
- Día de hospitalización (número máximo de noches cubiertas).
- Gastos de quirófano y anestesia.
- Terapias postoperatorias (rehabilitación, fisioterapia).
7. Servicios adicionales
Hay pólizas con beneficios complementarios, como:
- Atención telefónica veterinaria 24/7.
- Cobertura de gastos de estancia de mascota en guardería si tú o un familiar van al hospital.
- Asistencia en viajes: gastos veterinarios en el extranjero o transporte de urgencia al centro más cercano.
8. Exclusiones y periodo de carencia
Lee con detalle:
- Patologías preexistentes no cubiertas.
- Enfermedades congénitas o hereditarias excluidas.
- Periodos de carencia (p. ej., no hay cobertura de 30 días tras la contratación para enfermedades).
9. Red de veterinarios y convenio
- Comprueba si la aseguradora tiene veterinarios propios o convenio con clínicas.
- Evalúa la flexibilidad para acudir a tu veterinario habitual y el proceso de reembolso (directo o por reembolso tras factura).
10. Coste de la prima
El precio depende de factores como:
- Edad, raza y tamaño del perro.
- Nivel de cobertura y coaseguro elegido.
- Historial de salud.
Compara distintas compañías y ajusta las coberturas al presupuesto sin sacrificar protecciones esenciales.
Recomendación final: elige una póliza equilibrada que incluya cobertura completa de accidentes, enfermedades, hospitalización y medicamentos, así como al menos chequeos preventivos y dental. Revisa límites anuales y coaseguro para evitar costes inesperados, y verifica exclusiones y periodos de carencia antes de firmar. De este modo, tu perro gozará de atención veterinaria adecuada sin que los gastos comprometan tu economía.